Cecía Servera López

Entendemos la restauración como una actividad profesional, cuyos procesos deben estar guiados por criterios científicos y bien argumentados.  Nos gusta tratar todas las obras por igual, independientemente de su valor histórico, artístico o económico, y por eso todas las intervenciones siguen el código deontológico marcado por la profesión:

 

- Unicidad: Cada obra es única, por ello debe aplicarse un tratamiento individualizado que responda a sus necesidades en base a sus características materiales y estéticas, su entorno y estado de conservación.

- Estudio, análisis y documentación: Antes de restaurar debemos analizar y estudiar el objeto en todas sus dimensiones para poder establecer la metodología adecuada de intervención. Se debe documenar el objeto antes y después de la restauración así como todos los procesos.

- Principio de mínima intervención: Se llevan a cabo tan sólo las actuaciones necesarias para garantizar la estabilidad del objeto y para recuperar su dimensión estética.

- Respeto por el original y las intervenciones anteriores: Tratamos de preservar y recuperar las partes originales de la obra. Si fuera necesario eliminar o sustituir intervenciones anteriores a la nuestra (repintes, reentelados, bastidores...) se haría siempre de manera justificada.

- Materiales compatibles y reversibles:  Los materiales aplicados tienen que ser compatibles con la obra para no causar nuevas alteraciones. Deben estar aprobados para la restauración y ser siempre reversibles.

 

Queremos que nuestro cliente sepa cómo vamos a restaurar su obra, que tenga toda la información necesaria, por eso mantenemos con él un diálogo constante antes, durante y tras la intervención y le entregamos toda la documentación fotográfica generada.