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Recursos

En este apartado encontrará información sobre la profesión del conservador-restaurador, cómo cuidar su colección personal, los factores de degradación de los bienes culturales y los procesos de restauración más habituales de la pintura, así como links de entidades ligadas a este trabajo.

 

1. El trabajo del conservador-restaurador.

Nuestra actividad consiste en examinar, preservar, documentar y restaurar los bienes culturales*, bajo un código de conducta marcado por E.C.C.O. y otros organismos competentes.

 

- El examen: Consiste en la identificación, la determinación de la composición y la evaluación del estado del patrimonio cultural; la identificación, naturaleza y extensión de las alteraciones; la evaluación de las causas de deterioro y la determinación del tipo y extensión del tratamiento necesitado. Incluye el estudio de la información existente relevante. 

 

- La conservación preventiva: Es la acción indirecta para retardar el deterioro y prevenir el daño creando las condiciones óptimas para la preservación del patrimonio cultural mientras sea compatible con su uso social. La conservación preventiva también se encarga de la manipulación, transporte, uso, almacenaje y la exposición correctos. Puede también incluir aspectos relacionados con la producción de facsímiles con el fin de preservar el original. 

 

- La restauración: Acción directa realizada sobre el patrimonio cultural dañado o deteriorado con el objetivo de facilitar su percepción, apreciación y comprensión, respetando en la medida de lo posible sus propiedades estéticas, históricas y físicas.

 

- La documentación: Se trata del registro escrito e ilustrado exacto de todos los procedimientos realizados, y la base lógica de cada uno de ellos. En este documento se debe especificar cualquier requisito posterior para el almacenaje, mantenimiento, exhibición o acceso a la propiedad cultural.

 

*Directrices profesionales de E.C.C.O; la profesión y su código ético. 

 

 

2. Cómo cuidar su colección.

Con estas medidas contribuimos a una mejor conservación de las obras, minimizamos riesgos y prevenimos la degradación, alargando así la vida del objeto. 

 

- No colocar las obras cerca de fuentes de calor (chimeneas, radiadores, cocina, focos de luz intensos...) y corrientes de aire.

- Evitar los lugares con elevada humedad (baños, cocinas, muros exteriores...)o ambientes demasiado secos.

- Proteger las obras de la luz natural o artificial muy intensa, colocándolas donde no les dé la luz o protegiéndolas con cristales especiales que bloquean los rayos UV, responsables de importantes e irreversibles degradaciones.

- Intentar mantener el objeto donde las condiciones de temperatura y humedad sean lo más estables posible. Las oscilaciones y cambios bruscos de estos parámetros son muy perjudiciales. 

- Comprobar que el sistema de montaje o enmarcación sea adecuado para el objeto (en función de su peso, material, medidas...)

- Si decide guardar un objeto asegúrese de hacerlo correctamente, almecenar inadecuadamente conlleva muchos riesgos (deformaciones, roturas, aparición de moho...).

- Evite manipular y mover las obras si no es necesario; este es el momento donde se producen mayores incidentes y deben tomarse toda una serie de precauciones. 

- Si desea limpiar el polvo puede usar una brocha de pelo muy suave con cuidado, siempre y cuando el objeto esté en buen estado. Para limpiar el cristal de una obra enmarcada use productos sin amoníaco vertiendo un poco de líquido sobre un paño (no use el spray sobre el cristal). Para cualquier otra intervención consulte a un profesional.

- Periódicamente revise su colección y pida la opinión de un conservador-restaurador si nota alguna degradación (pérdidas de la capa pictórica, deformaciones, presencia de carcoma, manchas, cambios de coloración, roturas, etc).

 

 

 

 

 

3. Procesos de restauración pictórica más frecuentes.

Estas son algunas de las operaciones más comunes que se realizan en las pinturas sobre tela en función de sus alteraciones.

 

Empapelado de la capa pictórica: Se realiza como parte de su consolidación cuando ésta es frágil y se desprende con facilidad, para adherirla de nuevo al soporte y recuperar parte de la elasticidad perdida. Sirve también para proteger la capa pictórica cuando realizamos operaciones desde el reverso o movemos y manipulamos la obra. 

 

- Limpieza de la capa pictórica: Puede ser mecánica o química, para retirar suciedad superficial o adherida, eliminar el barniz envejecido y viejos repintes. El sistema de limpieza (acuoso, con disolventes, con tensioactivos, etc) tiene que adecuarse al tipo de suciedad y tener en cuenta los materiales que conforman la obra. Es una operación muy delicada y quizás la más difícil, ya que es irreversible. Debe ser progresiva porque una limpieza excesiva y descontrolada puede ser fatal. 

 

- Consolidación del soporte: Las telas pueden tener rasgados, agujeros, cortes, deformaciones, etc que se subsanan con injertos, suturas, adhesión de los hilos o colocación de bandas perimetrales de refuerzo. El buen tensado de la tela también es muy importante para su conservación.

 

- Consolidación de la capa pictórica: Cuando la capa pictórica pierde su adhesión al soporte corre el peligro de desprenderse. En este caso se aplica una cola animal o sintética compatible con los materiales de la obra para unir de nuevo ambos estratos entre sí.

 

- Estucado: Se trata de rellenar con estuco las lagunas o pérdidas de color para luego proceder a la reintegración cromática. Se puede dar textura al estuco para integrarlo mejor en la superfície de la capa pictórica.

 

- Reintegración cromática: El estuco se colorea con pigmentos y barniz (reversibles en disolventes ligeros). Esta intervención no puede exceder la laguna (no debe sobreponerse al color original) y tiene que ser discernible a corta distancia.

 

En estos vídeos se muestran algunos de los procesos más habituales de conservación-restauración, llevados a cabo por profesionales del sector:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

    

 

 

Oración en el huerto con el donante Luis I de Orleans.

Colart de Laon ? (1405-1408). Pintura al temple sobre madera.

Estudios previos (reflectografia IR y estratigrafías) y eliminación de repintes al óleo.

Restauración de varias pinturas.

Empapelado, eliminación de un viejo reentelado, limpieza de la capa pictórica, estucado y reintegración cromática. 

Retrato de un joven.

Rafael Sanzio (c.1515). Pintura al óleo sobre tabla.

Técnicas fotográficas para el estudio de la obra (ultravioleta, infrarrojos, radiografía, macro fotografía y filtros digitales).

El vino de la fiesta de San Martín.

Pieter Bruegel el Viejo (1565-1568). Pintura al temple sobre tela.

Estudios previos, eliminación del barniz envejecido. Empapelado de protección para retirar el antiguo reentelado y limpiar el reverso. Aplicación de injertos en las lagunas de la tela, colocación de bandas y reintegración cromática. 

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